HOMO VIDENS
LA SOCIEDAD TELEDIRIGIDA
ED. SANTILLANA-TAURUS, MADRID 1998
Tesis principal del libro:
Un hombre que pierde la capacidad de abstracción es “eo ipso” incapaz de racionalidad y es, por tanto, un animal simbólico que ya no tiene capacidad para sostener y menos aun para alimentar el mundo construido por el “homo sapiens”.
Sartori en esta primera parte nos dice que lo que hace único al homo sapiens es su capacidad simbólica, que se construye con el lenguaje. Ya que el hombre es un animal parlante, un animal loquax, esta es la característica que lo distingue radicalmente de cualquier especie de ser viviente, básicamente el autor describe como se a incorporado la televisión, como ha ido ocurriendo una revolución tecnológica, que ha ido transformando al homo sapiens producto de la cultura escrita en un homo videns, donde la palabra a sido anulada por la imagen todo esto a ocurrido por la presencia de la televisión, donde ocasiona varias consecuencias, acaba con el pensamiento abstracto del hombre, dándose así el empobrecimiento de la capacidad de entender ,creándose así un hombre video que se guía por las imágenes.
La televisión ya no solo es un instrumento de comunicación sino que genera un nuevo ser humano es asi que el autor también menciona que la televisión es la primera escuela del niño la escuela divertida que precede a la escuela aburrida, donde horas y horas el niño ve la tv antes de aprender a escribir y leer, convirtiéndose en un adulto sordo de por vida a los estímulos de la lectura.La televisión, en la actualidad, está en cierto modo obsoleta, ya que las nuevas fronteras son Internet y el ciberespacio.
LA OPINIÓN TELEDIRIGIDA
En la segunda parte se a examinado los efectos de fondo de la video- política y sobre todo su incidencia en la formación de la opinión pública.
Video política: hace referencia solo a uno de los múltiples aspectos del poder del video.
Sartori dice que la opinión pública tiene una ubicación y es el conjunto de opiniones que se encuentra en el público. Una opinión se denomina pública no solo porque es del público, sino también porque implica argumentos de naturaleza pública que son: los intereses generales, el bien común, los problemas colectivos.
Así entonces las personas opinan en función de cómo la televisión les induce. Pero realmente la televisión no transmite una opinión pública real, por que las opiniones recogidas son débiles y de fácil manipulación, dándose así distorsiones informativas con falsa estadísticas y entrevistas causales.Vemos también cómo los gobiernos han utilizado a partir de la segunda mitad del siglo XX los medios electrónicos para influir entre la opinión pública y las consecuencias que esto trae, pues se habla ahora de una sociedad democrática, justa y comunicada, cuando realmente se está hablando de la videocracia que es hacer legitimar el poder político a través de los medios.
En el punto “también la imagen miente” el autor menciona que el video dependiente tiene menos sentido crítico que quien es aun un animal simbólico adiestrado en la utilización de los símbolos abstractos .Al perder la capacidad de abstracción perdemos también la capacidad de distinguir entre lo verdadero y lo falso.
¿Y LA DEMOCRACIA?
En esta tercera parte se examinar la incidencia electoral y modo de gobernar de la video- política.
Donde la video-política reduce el peso y la esencialidad de los partidos y por eso mismo les obliga a transformarse, esta es una consecuencia y otra seria la emotivizacion de la política.La democracia entendido como el poder del pueblo, soberanía y mando del demos, se está conviertiendo en un sistema de gobierno en el que son los más incompetentes los que deciden, en un sistema suicida. El «demos» debilitado no entiende y no tiene opinión autónoma. Para Neil Postman(1985), la «tecnópoli digital será utilizada por una raza directora de pequeñísimas élites, de tecnocerebros altamente dotados, que desembocará en una tecnocracia convertida en totalitaria, que plasma todo y a todos a su imagen y semejanza.
CONCLUSIÓN:
- La peor consecuencia que trajo la televisión es que las personas hemos perdido la capacidad de abstracción y con ello la incapacidad para comunicar.
- Las personas hemos llegado a un punto donde nos hemos despersonalizado totalmente y somos esclavos de la tecnología.
- La culpa no lo tienen los medios, en si radica en quien controla los medios, debido a que los medios están en manos de personas.
EDITADO POR: SOLEDAD SORIA RAMOS
